Cuando una empresa del Servicio de Ayuda a Domicilio toma la decisión de hacerse con un sistema de gestión para mejorar su organización, sólo ha completado el primer paso de ese camino. El siguiente dilema es elegir qué software se adapta mejor a sus necesidades. Dentro del abanico de opciones que se abren, normalmente la elección se plantea entre un sistema de gestión vertical o un desarrollo propio.
Empecemos por definir qué es cada uno. Un sistema de gestión vertical es un software diseñado para sectores con necesidades muy específicas. Por ello, dispone de funcionalidades creadas sólo para ellos, además de las básicas de los sistemas de gestión generales: contabilidad, marketing, finanzas… Por su parte, un desarrollo propio es, básicamente, un software a medida de una empresa concreta.
Pros y contras
¿Qué ventajas e inconvenientes tienen? En primer lugar, analicemos el desarrollo propio. En el lado positivo, al tratarse de un ERP creado según las necesidades específicas de nuestra empresa, es de esperar que su primera ventaja sea una mejora en la forma de llevar a cabo las tareas de la compañía. Eso ayuda a ganar estabilidad, el segundo beneficio de ese software a medida.
Pero hasta ahí llegan los aspectos positivos. El problema de ese software propio es que sólo evoluciona en la medida en que la propia empresa lo pida. Eso implica que, en un contexto de tanta actividad como el de la Ayuda a Domicilio, sus responsables tengan que dedicar un valioso tiempo a localizar las últimas tecnologías disponibles para no quedarse atrás. La realidad del día a día lleva, en consecuencia, a prestar poca atención a estos avances y a que los usuarios de ese servicio se pierden los últimos avances. ¿Y qué ocurre cuando la empresa quiere adaptarse a esos nuevos cambios? Que hay que realizar nuevos análisis y desarrollos a demanda. Y eso implica inversiones importantes, con lo que los costes iniciales, que en un principio eran bajos, se acaban haciendo inasumibles.
Sistemas de gestión verticales
Pasemos al sistema de gestión vertical. Para empezar, su precio puede ser un obstáculo en cuanto a su adquisición y posterior implantación. Además, requiere del pago de una serie de cuotas periódicas que garanticen su correcto mantenimiento. ¿Qué tiene de positivo entonces? Para empezar, que se trata de un software especializado para el sector de la Ayuda a Domicilio. Esto implica que sus responsables lo han preparado conociendo las circunstancias y particularidades del sector. En ese sentido, es muy eficaz.
Además, su otra gran ventaja es su continua actualización. Los creadores de ese software vertical, para garantizar su continuidad, tienen que mejorarlo constantemente aportando la última tecnología que realmente suponga ventajas para los usuarios de este sistema. Ésa es una tarea que el responsable de la empresa de Ayuda a Domicilio se ve liberado de hacer, con lo que puede centrarse en reforzar la calidad del servicio, que es lo que finalmente valoran sus clientes.
De ahí que nuestra recomendación sea elegir un software vertical. Un buen ejemplo es Gesad, el sistema más implantado en España para la gestión del Servicio de Ayuda a Domicilio. Su esfuerzo por incorporar la tecnología más innovadora para mejorar la experiencia de los usuarios de este servicio es lo que le ha permitido ganarse la confianza de sus clientes. Así es como ha conseguido estar presente en los servicios de atención domiciliaria de más de 5.000 municipios por toda España.
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