Las soluciones tecnológicas y los productos de apoyo informático permiten que el 51% de los profesionales discapacitados puedan desarrollar su trabajo.
A veces, fascina y asusta a partes iguales la inmediatez con la que vivimos. Sectores como el tecnológico están sujetos a una velocidad de cambio vertiginosa. En continuo proceso de innovación, la tecnología modifica casi a tiempo real, no sólo los hábitos de consumo, sino las necesidades cotidianas de la sociedad.
Pero conviene no dar las cosas por sentado. Quizás sea necesario masticar y digerir todo aquello que la Investigación y el Desarrollo I+D ha logrado en materia de ayuda a personas con discapacidad. Sólo así, parándonos a pensar en las consecuencias reales y el impacto que tienen las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, logremos valorar el alcance real de éstas en la calidad de vida de muchas personas.
Por eso, queremos analizar un aspecto determinante para la normalización de las personas discapacitadas y su derecho a trabajar en igualdad de condiciones que el resto de profesionales. Porque las tecnologías adaptadas son un factor esencial de acceso al mercado laboral, pero también para mantenerlo y desarrollarlo de manera óptima.
Y, en este sentido, las cifras son alentadoras, si bien invitan a seguir trabajando. El 51% de las personas con algún tipo de discapacidad que tienen un trabajo, lo pueden llevar a cabo diariamente gracias a las soluciones y adaptaciones tecnológicas, así como a los productos de apoyo informáticos.
“Seis de cada diez personas con discapacidad sensorial utilizan a diario tecnologías adaptadas en su medio laboral.”
Así se desprende del Informe Agilent Tchonologies ‘Tecnología y discapacidad’ de la Fundación Adecco, que eleva dicha cifra al 61% cuando hablamos de las personas con discapacidad sensorial. Le siguen los usuarios con discapacidad física (21%) e intelectual (5%).
¿Y cuál es la tecnología adaptada más habitual en los entornos laborales? Pues al ser la capacidad sensorial la que más emplea estas herramientas, no extraña que el magnificador de pantalla sea el accesorio más demandado (45%), junto a la pantalla de gran formato (34%).
Por otra parte, los teclados adaptados son usados por un 15% de los usuarios. Les siguen los ratones ergonómicos o virtuales con un 12%, el mobiliario de oficina adaptado (8%) y en un 5% de los casos otro tipo de tecnologías como impresoras de braile, brazos articulados, etc…
Pero también es de vital importancia aquellos sistemas tecnológicos que mejoran la calidad de vida de las personas con discapacidad y dependientes a través de optimizar y mejorar la ayuda de sus cuidadores. En este sentido, GESAD de Trevenque Group, el programa de gestión líder en España para servicios de ayuda a domicilio, continúa a la cabeza de la innovación para seguir ayudando a quienes necesitan más que nadie de la tecnología para desarrollar y disfrutar de actividades cotidianas que, quizás, demos por sentado en demasiadas ocasiones.
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